Como muchos de nosotros, vengo siendo una de esas personas que a lo largo de su vida acumula algunas buenas experiencias tanto como otras no tan deseables; una individuo que como cualquier otro en el mundo, recibe premios y castigos; también golpes y caricias, buenas y malas noticias...
Hace unos pocos meses de este mismo año, rebuscando esa música que a uno lo marca en algún momento de esa misma vida que arriba les referí, esa música cuyo autor que tanto le gusta a uno oir y escuchar una y tantas veces, bien por que le has presenciado algún concierto y te agrada demasiado o bien, por que necesitas distraer tu estado de ánimo y destronar el reinado del "stress" de ese día en particular; pero esa vez, en esa ocasión me provocó escucharle y ver a toda la banda, a toda esa gente virtuosa que esa tarde de Septiembre tocarían para mí acompañando al estelar y estimadísimo, señor
Joe Sample. Necesitaba ser impactado por una de sus tantas piezas pero con ritmo, balanceado pero dinámico; música de vanguadia pero con la velada tesitura del jazz americano; una pieza que fuese suya, creada por él y de la cual sustrajera mis recuerdos de aquella vez, lejana por cierto, que la escuché por primera vez. Ese surco de acetato que en aquella oportunidad, lejos en los ´70, me inició en la colección de discos de ese material y que hoy, diversifiqué en buena parte de sus versiones digitales. Así, luego de breves minutos jorungando (sic.) el buscador del "youtube" encontré el espacio dedicado al maestro Sample y, estando allí, fijé mi destino secular de esa tarde: "
Carmel". Fueron pocos los segundos cuando hallé la obra de arte que me había propuesto como alimento de mi tranquilidad, cual egoísta placer de quien come una barra de chocolate sin deseo de compartirla...
Fue así, como a punto de iniciar la exhibición de mi video me vi interrumpido por reconocer entre los títulos del menú, uno que nunca antes había percibido. Uno cuyo título infeliz ya me había sorprendido antes de abrirlo: "Sympathy for Mr. Sample" entonces, amigos, terminé de conmoverme. Supe que había fallecido uno de mis pianistas preferidos en ese género musical afro-americano, justo 2 días antes de mi cumpleaños No. 57.
Celebré matrimonio hace más de una década un 29 de Abril; y el ritual viaje de boda lo hicimos hacia la ciudad de Nueva York, metrópolis que ya había vivido algún tiempo atrás por estudios pero luego, también por turismo económico; y así, como era de esperarse en mi caso, en uno de esos paseos propios a la visita convidé a mi señora para tomarnos un vino en uno de los clubes de jazz que frecuentaba en el pasado. Cual fue mi sorpresa de entonces, cuando en el umbral del conocido Blue Note, la vitrina de exhibición de sus atracciones, anunciaba que esa misma noche se presentaba Joe Sample y su cuarteto de jazz en promoción de su más reciente CD de aquel momento
"Old places, Old faces" (eso sin duda, constituyó el pináculo de mi felicidad marital recién nacida), todavía recuerdo esa emoción. Al hombre lo busqué en el descanso de su concierto, estreché su mano y con sumo gusto me autografió su nuevo disco que con lujo, aún conservo. Toda una experiencia..!
Conocida esta noticia que, dicho sea de paso, en los meses recientes ha opacado la satisfacción que experimento cuando guardo un poquito de soledad para escuchar mi añorado jazz, fue cuando me propuse rendir de alguna forma mi respeto y admiración a la memoria del músico. Así, en algún momento, tal y como lo hago hoy en este espacio público que experimento por vez primera. Y lo hago con satisfacción; seguro de que repetiré algún gesto similar para el resto de mis admirados intérpretes de ese aeropuerto de sueños y paz interna que me resulta la música en Jazz, en cualquiera de sus variadas e inolvidables expresiones.
Fíjense ustedes, amables lectores, como son las cosas: justo como advertí al inicio de este, mi primer blog, otra de esas ocasiones que la vida graciosamente nos plantea en algún momento ocurre... A finales de ese mismo mes de Septiembre en el que falleció el Sr. Sample, en forma imprevista, me correpondió iniciarme como profesor universitario en la UNE, siendo que como requisito indispensable para el ejercicio del honroso oficio, era menester cursar el Diplomado en Educación, precísamente, entre cuyas asignaturas, vengo cursando la de Tecnologías de Información y Comunicación que felizmente, me ha permitido dar cumplimiento a mi propósito personal. De manera que rindo mi gratitud no tan solo a Dios y a la vida que me ha dado, sino también con creces la extiendo a toda el aula virtual que con singular regocijo comparto con profesor y alumnos de este honorable Diplomado.
Imposible culminar esta breve leyenda dedicada a la memoria del Sr. Sample sin invitarles a escuchar una cualquiera de las piezas que distinguieron a nuestro amigo a lo largo de su muy fructífera carrera musical, a través del siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=v8hoEkMWCJU
